Carmen nos recordó la importancia de poner los límites claros y a tiempo, incluso recurriendo a sanciones si no se respetan las normas. Cuando hablamos de sanciones (la palabra castigo lleva unas connotaciones muy negativas), hay que tener en cuenta que la sanción no puede ser desproporcionada, no se debe postergar para más tarde y antes se le debe de haber advertido de lo que puede pasar si se equivoca. Otra cosa muy importante es que tanto el papá como la mamá estén de acuerdo, o, por lo menos respeten la actuación del otro aunque no la compartan.
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